11 de octubre de 2011

Liébana






El pasado día 9 de octubre anduve pateando el monte por tierras de Liébana, atravesando hayedos, pastizales y matorrales supraforestales. Aunque al amanecer había algo de niebla en algunos sectores, rápidamente el Sol hizo acto de presencia, quedando un día casi veraniego.


Tuve oportunidad de observar algunas aves forestales y de montaña, típicas de la comarca. Así, un picamaderos negro Dryocopus martius apareció en el hayedo, moviéndose entre las hayas y reclamando en vuelo y posado. Carboneros palustres y garrapinos, camachuelos comunes o pitos reales fueron algunas de las especies observadas en el ámbito forestal.


Un águila real Aquila chrysaetos permanecía impasible en lo alto del roquedo calizo. Al levantar el vuelo es acosada por los córvidos que se mueven por el entorno. Buitres leonados Gyps fulvus y un halcón peregrino Falco peregrinus completan el panorama de las rapaces rupícolas.


En cuanto a los mamíferos, destacar la observación de un macho adulto de rebeco cantábrico Rupicapra pyrenaica parva al que sorprendí moviéndose entre un roquedo y otro y que tras observarme y emitir su típica voz de alarma, se alejo de mi posición. En el brezal, un grupo de ciervos Cervus elaphus entre ellos un magnífico macho. Se escuchan al amanecer los últimos coletazos de la berrea.


Por su parte, un zorro rojo Vulpes vulpes anda al acecho de micromamíferos en un pastizal y una liebre del piornal Lepus castroviejoi es asustada por un vaca, que pasó junto a su encame, aunque realmente, no se cual de las dos se asustó más.


Rastros de lobo ibérico Canis lupus signatus y oso pardo Ursus arctos completan la jornada en este impresionante rincón de la Cordillera Cantábrica.


4 comentarios:

  1. Un placer leer tus crónicas.

    Saludos Juankar

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  2. pito negro, aguila real, rebeco, buitres, peregrinos, ciervos, zorro...
    y para completar: rastros de oso y lobo...
    no sé si te quedaría algún animal más por ver... desde luego aquello es un paraiso!!

    un saludo

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  3. Alejandro, aprovecho esta crónica sobre Liébana para agradecerte los consejos que me diste para el mes de junio. Estuvimos por la zona alta de Liébana, en el entorno de Caloca, y nos encantó. Hicimos, tal y como me recomendaste, el camino de los rojos, y junto a gente encantadora que tuvimos el placer de conocer en la zona y que nos descubrió algunos de sus secretos, pasamos unos días maravillosos.
    Un saludo y gracias.
    Antonio Córdoba

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  4. Gracias a los tres por vuestros comentarios. Realmente Liébana es una joya natural. Me alegro Antonio que disfrutárais de la zona. Saludos a todos.

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