28 de abril de 2011

Fototrampeo

Hace unas semanas mi buen amigo Máximo me dejó una de sus cámaras de fototrampeo que tenía sin utilizar. Que mejor lugar para ir probándola que una cabecera de hayedo en la Cordillera Cantábrica.


Desde el día 10 de abril hasta el día 17, tuve instalada la cámara en una cabecera de hayedo localizada cerca del límite de los municipios de Pesaguero y La Pernía, a unos 1.400 m.s.n.m.. Elegí un lugar de paso para los mamíferos de la zona, sin utilizar nigún tipo de cebo para atraerlos, símplemente quería saber que especies transitaban por la zona en el período de una semana.


Estas son algunas de las imágenes obtenidas en ese período de tiempo. En la primera de las fotos un macho joven de ciervo rojo Cervus elaphus, a continuación un macho de corzo Capreolus capreolus , después una de las yeguas que pasaron por el lugar y por último de nuevo un macho de corzo.


El horario de la cámara es el de invierno, por lo que hay que añadir 1 hora, como en las tablas de mareas, jeje.









24 de abril de 2011

Rebecos campurrianos



Ayer por la mañana estuve observando varios grupos de rebecos Rupicapra pyrenaica parva en las cumbres campurrianas, en el entorno de la Sierra del Cordel. Entre ellos dos ejemplares jóvenes "explorando mundo" y que se alimentaban tranquilamente, ignorando mi presencia.



No muy lejos de ellos, otras especies propias de la alta montaña como acentor alpino, mirlo capiblanco, roquero rojo o bisbita alpino.



21 de abril de 2011

Mudando la cornamenta



Durante los meses de marzo y abril los machos de ciervo rojo Cervus elaphus mudan su cornamenta. Se trata de un proceso de muda anual que les lleva a desprenderse de su preciada defensa. A partir de este momento los machos se vuelven más tímidos, ocultándose en el bosque.

Normalmente las pierden cuando pastan en brañas y prados, por lo que los claros en el bosque, prados altos y las brañas supraforestales son los lugares más propicios para encontrarlas. Además, cuando ya han perdido una, tienden a intentar tirar la otra, golpeándola contra algún arbusto o incluso contra el suelo, ya que con una cuerna sola, van desequilibrados e incómodos. Es por ello que no es raro encontrar a veces la pareja de cuernas juntas o en las cercanías.


A lo largo del verano irán desarrollando su nueva cornamenta, cubierta de una piel aterciopelada conocida como borra. Para finales de agosto esta piel se desprenderá, rascando las cuernas contra árboles y arbustos, para llegado septiembre tener a punto las defensas para el período reproductor.


A continuación unas fotos de las cuernas que encontré el pasado fin de semana en Liébana.




19 de abril de 2011

Primavera en Liébana







Llegamos a mediados del mes de abril y la primavera ya se va mostrando en todo su esplendor, este año algo adelantada debido a las favorables condiciones climatológicas. La comarca de Liébana no es una excepción a ello y poco a poco la vegetación vuelve a su apogeo.

Las aves por su parte van iniciando su período reproductor, la pareja de colirrojo real Phoenicurus phoenicurus copulando en el viejo castaño. Los halcones peregrinos Falco peregrinus reclamando desde su nido en el roquedo calizo, mientras la vecina pareja de alimoche común Neophron percnopterus sobrevuela su territorio.

En el hayedo la pareja de picamaderos negro Dryocopus martius ya está incubando en su oculto nido en el tronco de un haya. Llega el macho volando desde la ladera opuesta y se posa en la entrada del nido. Emite el característico reclamo para dar el relevo a su compañera, que asoma la cabeza desde dentro. Después de unos minutos ella sale volando, perdiéndose en la espesura del bosque. El macho por su parte entra en el agujero a seguir con la incubación.

Un pico mediano Dendrocopos medius reclama en la cabecera de hayedo, mientras otras especies forestales como agateador norteño, reyezuelo sencillo, carbonero palustre o herrerillo capuchino entre otras, se muestran muy activas. Alguna de ellas recopilando material para el nido.


Los corzos Capreolus capreolus aún permanecen en parejas o pequeños grupos, antes de separarse para los partos. Los ciervos Cervus elaphus por su parte han tirado ya las cuernas, en un proceso de muda anual que ahora les vuelve más tímidos. Mientras los rebecos Rupicapra pyrenaica parva se refugian en los roquedos.





El rastro del lobo Canis lupus signatus atravesando la cabecera del hayedo y el de un oso Ursus arctos avanzando por un camino forestal, ponen el broche a esta jornada de campo primaveral.



16 de abril de 2011

Corzo en Puente Viesgo

Esta tarde estaba dando un paseo con el crío por Puente Viesgo, cuando estábamos llegando a casa de sus abuelos localicé una hembra de corzo Capreolus capreolus saliendo del monte a un prado junto al pueblo. Cogí telescopio y cámara y le grabé estos videos desde la puerta de casa, durante su corta incursión por el prado, antes de volver a ocultarse en el bosque.


En los últimos años el corzo ha sufrido una importante expansión hacia los municipios del norte de la región, habiendo colonizado incluso algunas localidades de la franja costera. Actualmente no es raro verlos en el entorno de Torrelavega, Vargas, Pomaluengo o Sarón, en ocasiones desgraciadamente atropellados.




11 de abril de 2011

Pesaguero





Ayer estuve dando una vuelta por los montes de Pesaguero (Liébana), uno de mis rincones favoritos. Llegué al amanecer, aunque había una densa niebla que hacía aún más misteriosa e interesante la caminata por el interior del hayedo.


Así, sorprendo a un par de corzos Capreolus capreolus que ladran desde la espesura. Muy cerca, un excremento de lobo ibérico Canis lupus signatus señala la presencia del carnívoro. Compuesto por restos de jabalí, se localiza en un punto habitual de marcaje para la especie. Por esta zona se mueve un grupo familiar de la especie desde hace varios años.



Más adelante, en un collado, levanto una perdiz pardilla Perdix perdix en el borde de un brezal con el pastizal. Vuelvo a entrar en el hayedo que sigue envuelto en la niebla. Un agateador norteño Certhia familiaris busca comida entre los líquenes del tronco de un haya.

Tras atravesar toda la cabecera del hayedo salgo a una braña. Parece que la niebla va poco a poco levantado y aquí espero a que esto suceda. Efectivamente se va retirando y al final quedaría un día casi de cielos despejados, aunque con un fresco viento de NW. Un grupo de ciervas Cervus elaphus se mueven por el brezal.

Bisbitas alpinos y collalbas grises están muy activas, con persecuciones y cortejos.

Localizo un zorro rojo Vulpes vulpes en un brezal, en el borde de una cabecera de hayedo. Se tumba y permanece soleándose durante cerca de 10 minutos, antes de ocultarse en el bosque.

En los cielos, volando bastante alta, localizo un ejemplar adulto de águila real Aquila chrysaetos. En un momento dado, recoge las alas y extiende las garras, lanzándose en picado contra un buitre leonado que volaba en la misma vertical, aunque más abajo. Al final el águila retoma el vuelo y se aleja atravesando el valle, adentrándose en la cordillera.

Detecto dos excrementos más de lobo, estos ya más viejos, también en lugares habituales de paso de la especie. Rastros de otros carnívoros como marta y tejón confirman la biodiversidad del lugar.



Una hembra de aguilucho pálido Circus cyaneus intenta capturar paseriformes en un paredón rocoso, aunque parece que sin éxito, al menos en el tiempo que estuve observándola. Más tarde una pareja de alimoche común Neophron percnopterus vuela por encima de hayedos y brezales.

En un par de cumbres, por encima del hayedo, detecto dos rebecos cantábricos Rupicapra pyrenaica parva alimentándose por separado.

A media tarde decido regresar hacia el coche. Poco después hago una parada para echar un ojo con el telescopio, en un prado donde suele salir el gato montés Felis silvestris al atardecer. Monto trípode y teles y ... bingo ¡¡¡, ahí está un bonito ejemplar de esta especie. Se sienta, retrocede, marca su territorio y vuelve a caminar. Se sube a una roca, vuelve a sentarse. Finalmente retoma su camino, marcando de nuevo el territorio y aligerando el paso, perdiéndole tras unos árboles. Como magnífico hilo musical de fondo y broche a la jornada, un picamaderos negro Dryocopus martius reclamando en el hayedo.