31 de enero de 2012

Liébana

La jornada de hoy estuve por la comarca de Liébana, en compañía de mi buen amigo Máximo Sánchez Cobo. Nos movimos en esta ocasión por terrenos de los municipios de Cabezón de Liébana y Pesaguero.




Día frío, con helada la noche anterior y nieve en las cumbres de la cordillera, preludio de la ola de frío que entra mañana desde Siberia Occidental.


En cuanto a la avifauna, había gran actividad de los picos medianos Dendrocopos medius localizando un mínimo de 6 ejemplares (5 en Cabezón de Liébana y 1 en Pesaguero). Alguno de ellos ya incluso cantando. Destacar también la observación de un águila real Aquila chrysaetos sobrevolando a baja altura unas laderas cubiertas de nieve. Buitre leonado, chova piquigualda y piquirroja, camachuelo común y zorzal alirrojo completan el panoráma ornitológico.


Respecto a los mamíferos, observamos diferentes ejemplares de corzo, ciervo y rebeco, además de una ardilla roja. Rastros de gato montés, marta, zorro y tejón, completan este panorama faunísticos.


En las charcas primeras puestas de rana bermeja Rana temporaria y larva de salamandra común Salamandra salamandra.

24 de enero de 2012

Mustélidos en Cantabria

Los mustélidos son unas de las especies que desde pequeño me han despertado un mayor interés, por sus costumbres discretas (lo que convierte en un reto su observación) por la variedad de especies, tamaños y coloraciones, además de por los diversos medios que ocupan y por los singulares y diversos rastros que dejan de su actividad.


A continuación, voy hacer un repaso a la situación de esta familia de mamíferos, especie por especie, en el ámbito de nuestra región.


En Cantabria conviven un total de 7 especies, sin contar a los visones. En el caso del introducido visón americano Mustela vison hay algunas observaciones en tiempos recientes en el Sur de Cantabria (Valderredible y Valdeolea), seguramente de ejemplares en dispersión desde Castilla y algo más antiguas en la costa (Alfoz de Lloredo o Santillana del Mar), asociadas a escapes en granjas peleteras, aunque aparentemente sin poblaciones estables, al menos en esta última zona. Por su parte, el visón europeo Mustela lutreola parece estar ausente de la región, aunque hay alguna cita dudosa en el límite con Euskadi.


Así pues, el listado de especies se reduce a comadreja Mustela nivalis, armiño Mustela erminea, garduña Martes foina, marta Martes martes, nutria paleártica Lutra lutra, turón Mustela putorius y tejón Meles meles.


En base a observaciones personales y de otros naturalistas, se puede decir que algunas de estas especies han aumentando su distribución y población en las últimas décadas, debido al cese o disminución de la persecución humana, caso por ejemplo de la marta o la nutria paleártica. Por el contrario, otras especies como la comadreja o el armiño (especialmente la primera) parecen haber sufrido una reducción de sus efectivos, quizá por una mayor expansión de otros depredadores como aves rapaces y el resto de carnívoros de mediano tamaño y también probablemente por cambios en el medio, especialmente en la franja costera.


comadreja Mustela nivalis


Citada con mayor frecuencia en praderías, campiñas atlánticas y bordes de marismas, principalmente en la franja costera de la región (Santoña, Cicero, Astillero, Torrelavega...), siendo seguramente rara o ausente en localidades de media y alta montaña, así como en el interior de grandes bosques. Junto con el turón, la especie que menos veces he observado en Cantabria.


armiño Mustela erminea


Moderadamente común en praderías costeras (Santoña, San Vicente de la Barquera, etc) y del fondo de los valles (Cabezón de la Sal, Torrelavega, Los Corrales de Buelna, Vargas...) donde se alimenta de su presa preferida, la rata topera Arvicola terrestris. También presente en zonas de media y alta montaña (Cabuérniga, Campoo, Liébana...). Únicamente parece evitar los grandes bosques. Suele tener actividad diurna, no siendo raro observarle dentro de los núcleos urbanos, como por ejemplo en Vargas, Cabezón de la Sal y Torrelavega.


garduña Martes foina


Se trata de una especie de hábitos nocturnos, por lo que muchas veces pasa desapercibida. No obstante, aparece distribuida por toda la región, desde los acantilados costeros hasta la alta montaña, pasando por bosques de ribera, junto a núcleos urbanos, encinares o robledales. Citada a más de 2.200 m.s.n.m. en el Parque Nacional de Picos de Europa.


marta Martes martes


Sin duda el mustélido más abundante en Cantabria, habiendo sufrido una importancia expansión demográfica en las últimas décadas, fruto de la disminución de la persecución directa por parte del hombre. Presente en toda Cantabria, desde la costa (Liencres, Cicero, Ajo, Oyambre...) hasta los bosques de caducifolias de montaña. También aparece en plantaciones forestales, ya sea de pino o eucalipto. Es la especie que más veces he observado en mis andaduras por el campo. Actividad diurna y nocturna, a veces muy confiada ante el hombre.





nutria paleártica Lutra lutra


Al igual que la marta, la nutria paleártica ha mejorado su situación en el región en las últimas décadas, estando presente hoy en día en prácticamente todos los cursos fluviales de la región y entrando en algunos estuarios. La disminución en la persecución por parte del hombre tienen la culpa. Si en los años 80 estaba recluida de manera escasa a la cuenca de los ríos Deva, Nansa, Saja, Besaya y Ebro, actualmente está presente en todos los ríos principales de la región, habiendo ya colonizado los más orientales como Miera y Asón, además de visitar alguno de los estuarios. Especialmente abundante en el río Ebro, debido a la gran disponibilidad de alimento, en base a las poblaciones de cangrejos de río (especialmente cangrejo señal). Debido a sus hábitos normalmente nocturnos, pasa más desapercibida.





turón Mustela putorius


La especie de mustélido más difícil de ver. Aunque está bien distribuido por la región, no resulta tan abundante como otras especies anteriores y además, sus hábitos profundamente nocturnos, le hacen pasar más desapercibidos. Asociado a ríos y arroyos, también está presente en algunos bosques del interior. Ausente en la alta montaña. Conozco citas en lugares tan diversos como Rionansa, Cabuérniga, Tudanca, Vargas o Ambrosero.


tejón Meles meles


El tasugu, probablemente el mustélido más popular, aunque muchas veces perseguido por su afición a las plantaciones de maíz. Común por toda la región, hasta el límite forestal. Aparece desde la costa, en campiñas, eucaliptales y encinares costeros, hasta los hayedos y robledales de la media montaña. Vive en solitario o en pequeños grupos familiares, en galerías subterráneas al abrigo de rocas o troncos. Principalmente nocturno, aunque a veces se le sorprende de día en la cercanía de su refugio.


14 de enero de 2012

Lobos en Liébana


La jornada de hoy anduve por la comarca de Liébana, tras el rastro del lobo ibérico Canis lupus signatus, visitando el territorio de un grupo familiar que tengo controlado desde hace cuatro años y que es probablemente el que mayores alegrías me ha dado y más me ha permitido aprender sobre el comportamiento y costumbres de esta mítica especie. Hacía tiempo que no estaba por esta zona y por ello me ha alegrado saber que la manada sigue allí, recorriendo las mismas sendas que aquel invierno del 2008.

Ha amanecido un día frío, con 5º bajo cero al despuntar el alba, al comienzo algo nublado aunque ha ido despejando durante la mañana. Charcas, abrevaderos y pequeños arroyos estaban totalmente congelados y el suelo muy duro, no propiciaba la búsqueda de huellas. No obstante, he podido localizar indicios de la especie en la totalidad de un recorrido de cerca de 4 kms de longitud, que he efectuado sobre una itinerario que previamente ya conocía, que ha venido utilizando la especie en estos años.





En este transecto he localizado un total de 22 excrementos de más o menos antigüedad, con restos de presas como ciervo rojo Cervus elaphus y jabalí Sus scrofa, ambas especies abundantes en Liébana en los últimos años.





Además, he localizado huellas del cánido en ambos sentidos, lo que unido al gran número de excrementos detectados confirman el uso frecuente que hacen de este recorrido. En una zona donde el terreno permitió registrar el paso de la manada, pude estimar la presencia de un mínimo de 4 ejemplares, aunque seguramente puedan ser 5 ó 6 los integrantes de dicho grupo familiar.




En el collado donde finalicé el recorrido, además de varios excrementos, localicé arañazos en el suelo, como parte del marcaje territorial. Los excrementos se han depositado en collados prominentes, cruces de caminos o junto a grandes piedras o arbustos.


En definitiva, una jornada de campo sumamente entretenida, rastreando a unos viejos conocidos, que esperemos sigan teniendo la suerte que les falta a otros congéneres y puedan ocupar su territorio durante muchos años más.


A continuación os relato un encuentro que tuve con este grupo familiar a finales de la primavera de 2008, en uno de los contactos más especiales que he tenido en mi vida con la especie.


07.06.2008.

Tras pernoctar en un antiguo chozo de pastores, me levanto a las 6 h. La niebla de la tarde anterior ha subido en altura y solo cubre los picos más altos, aunque rápidamente se disipa, permaneciendo únicamente en el fondo del valle. Lo primero que veo son rebecos y ciervas.


Subo hasta un collado próximo, para echar una visual de la valleja que queda al oeste de la cabaña. Varios rebecos más pastan en las laderas de fuerte pendiente, entre ellos un grupo de 5 hembras con 4 crías de escasas semanas. Retrocedo y subo al pernal opuesto para visualizar la valleja que queda al Este de la cabaña. Localizo más ciervos y 2 rebecos más.


Cuando estoy regresando, a las 8 h, localizo en una pequeña braña, a unos 1650 m de altitud, en un pernal divisorio de las dos vallejas, una manada de lobo ibérico Canis lupus signatus, que viene desde la vertiente de la cabaña. Son 5 ejemplares, la pareja "alfa" y 3 individuos subadultos. El macho dominante destaca entre todos por su tamaño.


A la braña van entrando por separado y en ella se detienen y reagrupan. Uno de los subadultos se acerca al macho dominante, este levanta la cola y se pone en tensión. El subadulto realiza un gesto de sumisión. De inmediato atraviesan la braña y transitan por un sendero pernal abajo, atravesando en fila una zona de matorral. Atraviesan también un abedular y salen a otra pequeña braña donde se juntan y campa cada uno a sus anchas. Cruzan otro pequeño sector de matorral y salen a otra braña más alargada donde empiezan a olfatear. Llegan al final de la misma y todos juntos olfatean un arbusto prominente que se encuentra en mitad del pastizal. Uno de los ejemplares orina sobre él. Se dan la vuelta y retroceden sobre sus pasos, en cabeza uno de los subadultos. Los otros ejemplares se detienen a olfatear en el brezal que se extiende ladera abajo. El subadulto que iba en cabeza vuelve hacia atrás para juntarse con el resto de la manada y se introducen en el brezal, donde les pierdo de vista a las 8:15 h.


A las 8:35 h vuelvo a localizar a parte de la manada peinando el brezal ladera abajo. Una cierva huye despavorida.

Regresé al lugar un par de horas después para ver los rastros, localizando además de las huellas, un excremento compuesto integramente por restos de jabalí, lo que confirma la alimentación de la manada en las últimas horas.

9 de enero de 2012

Alta densidad de Corzos



Hoy por motivos de trabajo anduve casi toda la jornada por terrenos de los municipios de Luena y San Pedro del Romeral, en la zona de influencia de la cultura pasiega y por los terrenos adyacentes del Norte de Burgos.


En décadas pasadas esta comarca de la Montaña Oriental de Cantabria era bastante pobre desde el punto de vista faunístico, comparándola con la zona centro-occidental de la región. La menor extensión de su superfice forestal y la presión antrópica hacían que las grandes especies de vertebrados estuvieran ausentes o fueran muy raras. En los últimos años esto ha ido cambiando, Corzos y Jabalíes han aumentado su población, el Rebeco cantábrico ha llegado de la mano del hombre y el Lobo ibérico se deja sentir de vez en cuando, incluso con grupos reproductores.


Me ha sorprendido la alta densidad que presenta el Corzo Capreolus capreolus en dicho rincón del oriente de la Cordillera Cantábrica. Así, he contabilizado un total de 41 ejemplares, con entre 1 y 6 ejemplares por grupo. De ellos 20 fueron observados en terrenos de Cantabria y 21 en Burgos. Es la cifra más alta que he cuantificado nunca para esta especie, en mis salidas al campo desde hace 20 años.


Aunque el Corzo ha aumentado su distribución y población por toda Cantabria, en la zona de media y alta montaña del centro-occidente no alcanza estas densidades a pesar de ser frecuente, debido a la alta densidad allí de otro herbívoro con el que compite, el Ciervo rojo.


Esta alta densidad de Corzos, atrae a su principal depredador natural, el Lobo ibérico, del que también pude detectar un rastro en la zona, un excremento en la vertiente cántabra, compuesto no obstante por restos de Jabalí.


Por lo demás, una concentración de 124 Buitres leonados Gyps fulvus posados en un prado a primera hora de la mañana, varios Milanos reales Milvus milvus y un bando de 16 Piquituertos comunes Loxia curvirostra, además de rastros de Zorro, Marta y Tejón.