31 de octubre de 2013

Balance programa formativo 2013

Finalizado ya el Programa Formativo 2013 de Aves Cantábricas, es hora de hacer balance del mismo. Han sido un total de tres cursos los que teníamos organizados y los que finalmente salieron adelante.

  • Curso huellas, rastros y señales de la fauna cantábrica
  • Curso ecología de aves forestales
  • Curso ecología de aves, tortugas y mamíferos marinos






Tres temáticas bien distintas como son la identificación de las huellas y rastros de la fauna silvestre, las aves forestales o la fauna marina, centrándonos siempre en la ecología de las especies.

Como otras veces hemos intentado buscar lugares atractivos y con recursos lo más idóneos posibles, tanto para la parte teórica como para la práctica. Así en la parte teórica hemos disfrutado de entornos tan maravillosos como el Castillo de Argüeso en la Hermandad de Campoo de Suso o la Casona de las Mareas de Soano en Arnuero, gracias a la predisposición de ambos ayuntamientos. 




Y que decir de los entornos naturales, los montes de Campoo, los bosques de Liébana o el entorno del Cabo de Ajo, lugares todos ellos de una gran riqueza ambiental e idóneos para las temáticas abordadas.






Lo mismo se puede añadir de los ponentes, habiendo contado con la participación de alguno de los mejores profesionales en cada campo, todo un placer.

Estudiantes de Biología o Ciencias Ambientales, Agentes del Medio Natural, profesionales del sector o aficionados a la naturaleza han sido los alumnos de estos cursos, llegando a la cifra final de 85 alumnos para el conjunto de los tres cursos.

Actualmente estamos trabajando ya en el Programa Formativo 2014, del que os iremos informando a medida que vayamos cerrando fechas y temas.

Agradecer por último a todos los alumnos, a los ponentes y a todas las entidades públicas y privadas que han colaborado, por haber hecho posible la organización de estos cursos.

21 de octubre de 2013

Crónica salida aves marinas

Ayer por la mañana realizamos una salida en barco desde la localidad de Santoña (Cantabria), para la observación de aves marinas en el mar Cantábrico. A las 9h embarcamos los 93 pasajeros con la intención de disfrutar con uno de los mayores espectáculos naturales que podemos observar en estas fechas, la migración de las aves marinas.

El día parecía más veraniego que otoñal, por la influencia del viento sur que estamos teniendo durante las últimas jornadas, aunque afortunadamente el viento fue muy suave durante toda la salida y el estado de la mar fue además bastante favorable.

Por un lado estaban los alumnos del curso ecología de aves, tortugas y mamíferos marinos (que organizamos este pasado fin de semana), realizando su segunda práctica, después de una magnífica jornada desde cabo de Ajo el día anterior, con observaciones de especies como calderón común, delfín listado, delfín mular y hasta rorcual común. Por otro lado los asistentes a la salida, con sus prismáticos y teleobjetivos preparados.

Al poco de partir vemos un alca común Alca torda frente al puntal de Laredo y un halcón peregrino Falco peregrinus en vuelo por el entorno del Monte Buciero, además en este entorno disfrutamos con la presencia de otra especie como el cormorán moñudo Phalacrocorax aristotelis

Poco a poco nos vamos alejando y van apareciendo las primeras aves marinas, alcatraz atlántico Morus bassanus, pardela balear Puffinus mauretanicus y pardela sombría Puffinus griseus




Cuando llevamos navegando ya unas 8-9 millas el "chum" hace su función y una nube de aves persigue al barco, con ejemplares de gaviota sombría Larus fuscus, gaviota patiamarilla Larus michahellis, alcatraz atlántico con individuos de todas las edades, pardela balear, pardela sombría y como no, los piratas del mar, un par de ejemplares de págalo grande Stercorarius skua que hicieron la delicia de todo el pasaje y el objetivo de todas las cámaras con sus idas y venidas.






Perseguidos por estas aves seguimos nuestro trayecto, mientras saltan algunos túnidos y ejemplares de pez luna. Estamos al norte de cabo Quintres cuando ya damos la vuelta y ponemos de nuevo rumbo a Santoña, algo que nos llevaría todavía un buen rato. Siguen pasando frecuentes alcatraces, pardelas sombrías y grupos de pardela balear todos ellos hacia el oeste. Algunos afortunados pudieron observar también un frailecillo atlántico Fratercula arctica, una pardela capirotada Puffinus gravis y hasta un grupito de calderones comunes.





Con la retina llena de aves y las tarjetas llenas de fotos llegamos al embarcadero, donde termina esta aventura otoñal con un tiempo más propio del verano y donde aprovechamos para sacar una foto de familia los alumnos y ponentes del curso ecología de aves, tortugas y mamíferos marinos.




Agradecer su presencia a todos los asistentes y a Francisco Javier Portillo y Javier Aizcorbe Garay el haberme cedido alguna de las fotos que acompañan esta entrada. El año que viene más !!!.

14 de octubre de 2013

Finalizando la berrea

Ayer al amanecer todavía berraban con cierta intensidad los machos de ciervo rojo Cervus elaphus en las cumbres de la Cordillera Cantábrica. Estamos ya en los últimos días de berrea, en los próximos días sólo se escucharán esporádicos bramidos, antes de que los machos se callen por completo hasta el año que viene y los montes recobren su silencio a la espera del invierno.





En este tramo final del período de celo, los machos jóvenes o con menor poderío físico, aprovechan el cansancio de los ejemplares dominantes para buscar su oportunidad de aparearse.




Más abajo en el hayedo se refugia el corzo Capreolus capreolus, cérvido de costumbres más tímidas y que busca el cobijo de la vegetación para pasar desapercibido. Con la llegada del otoño los corzos se agrupan en pequeños grupos, para volver a su vida solitaria en primavera.




El lobo ibérico Canis lupus signatus es el mejor regulador de las poblaciones de cérvidos, allí donde logra sobrevivir al brutal acoso que sufre por parte del hombre.




En el hayedo pude disfrutar con la observación de una pareja de picamaderos negro Dryocopus martius que se alimentaba y desplazaba junta por el interior del bosque en busca de comida. De pronto aparece en escena un gavilán común Accipiter nisus, se monta el revuelo de los arrendajos Garrulus glandarius, persecución en la espesura para a continuación hacerse el silencio absoluto. Al cabo de unos minutos regresa a la zona la pareja de picamaderos negro, que ha logrado sobrevivir al ataque del depredador alado. 

También en el bosque se ven ya los primeros ejemplares de zorzal alirrojo Turdus iliacus llegados desde Escandinavia, además de otras especies como trepador azul, herrerillo capuchino o agateador norteño. En las cumbres localizo un par de ejemplares solitarios de mirlo capiblanco Turdus torquatus, además de un bando de esta especie de una docena de ejemplares, volando hacia el sur. 

Los buitres leonados sobrevuelan los matorrales y pastizales subalpinos en busca de comida, mientras un zorro rojo Vulpes vulpes se oculta en el escobal.

4 de octubre de 2013

Viento sur, otoño y berrea

La transición del verano al otoño o tardíu se caracteriza en Cantabria por la presencia de vientos de componente sur, vientos cálidos que disparan las temperaturas (el llamado efecto Foehn) en la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica, mientras en Castilla o Extremadura llueve. 

El viento sur o ábrego que sopla estos días nos indica la llegada del otoño, del mismo modo que otro episodio que también se da en la naturaleza por estas fechas, la berrea del ciervo rojo Cervus elaphus

La naturaleza está llena de señales que nos indican los cambios de estaciones o los cambios climatológicos entre otros. El viento sur, la berrea, la floración de los tojos o escajos, la llegada de los bandos de bisbitas comunes o piucas, todo ello nos anuncia el cambio de estación. Desgraciadamente en la sociedad moderna pocos son los que se fijan ya en las estrellas y la Luna, en la dirección del viento o en la floración de tal o cual especie, todo el día pegados a la pantalla del ordenador o la del móvil, nos hemos ido alejando poco a poco de lo natural, de nuestra propia esencia.




Ayer al atardecer me acerqué a los montes del Besaya, para disfrutar de la berrea, de la llegada del otoño y de la surada. Los ciervos presentan aún un celo intenso, que irá perdiendo intensidad en los próximos días. Al oscurecer los machos salen a las brañas para marcar su territorio, atraer a las hembras y expulsar a los machos rivales. 

Ciervos, cárabos y lirones grises llenan el bosque con sus llamadas en estas noches de septiembre y octubre.