28 de septiembre de 2014

Svalbard, 8ª parte; Zorro ártico

El día 2 de agosto pasamos la mañana navegando por Freemansundet, entre las islas de Barentsoya y Edgeoya, al NE del archipiélago de Svalbard. A lo largo de la orilla de Barentsoya localizamos un total de 5 ejemplares de oso polar Ursus maritimus que nos impiden desembarcar aquí, tal y como teníamos previsto. De ellos al menos un par de machos de buen tamaño. Serían los últimos que veríamos en el viaje del total de 21.

En estas zonas libres de hielo, en verano los osos polares se limitan a sobrevivir, tirando para ello de sus reservas acumuladas e ingiriendo cualquier alimento disponible, como huevos y pollos de aves marinas, algas o carroñas. 





Los omnipresentes fulmares boreales Fulmarus glacialis dan pasadas junto al barco, permitiéndonos su fotografía.





Por la tarde visitamos Kapp Lee, un sector de tundra costera donde observamos a placer varios machos de reno de Svalbard Rangifer tarandus platyrhynchus





Una pareja de págalo parásito Stercorarius skua vigila atenta su territorio.




La observación del día fue la de un zorro ártico Alopex lagopus en la tundra, muy confiado y juguetón. Primero mordisqueando una cuerna de reno, corriendo, observándonos con curiosidad y también descansando.








Tenía la zona llena de restos de aves marinas ya comidas, aunque se puso a jugar y mordisquear los restos de un fulmar boreal, que también utilizó para marcar su territorio.





Todo le servía para jugar, hasta el musgo que arrancaba.





Antes de embarcar en las zodicas para regresar al barco, tenemos ocasión de ver un grupo de morsa Odobenus rosmarus descansando en la playa contigua.





24 de septiembre de 2014

Svalbard, 7ª parte: osos polares

El día 1 de agosto continuamos en la banquisa. A las 6h dejamos el camarote y salimos a cubierta. Seguimos en el mismo punto donde la jornada anterior tuvimos el gran encuentro con la hembra de oso polar. Se ven abundantes huellas de oso alrededor del barco, seguramente de algún ejemplar más que haya visitado la zona de "noche". 

Un págalo parásito Stercorarius parasiticus ataca a una gaviota marfil Pagophila eburnea que vuela por el entorno del barco y a las 6:13h localizamos el primer oso polar Ursus maritimus del día. Un ejemplar macho en la lejanía, tumbándose y retozando en el hielo. 





Poco a poco se acerca hacia el barco, pasando en paralelo junto a él, a escasos metros y permitiéndonos fotografiarlo a placer, hasta que a las 6:37h se aleja y se pierde en el mar helado.




       






Restos de una foca sobre el hielo.




Gaviota marfil y gaviotas tridáctilas Rissa tridactyla posadas en una columna de hielo.




Completan el panorama ornitológico en este sector especies como fulmar boreal Fulmarus glacialis y gavión hiperbóreo Larus hyperboreus y de forma más ocasional dos ejemplares de frailecillo atlántico Fratercula arctica, arao de Brünnich Uria lomvia, un grupo de charrán ártico Sterna paradisaea y un  págalo rabero Stercorarius longicaudus.

Seguimos hacia el norte, hasta superar los 80º latitud Norte, entre las islas de Storoya y Kvitoya, al este de Nordaustlandet, en el Océano Glacial Ártico. El espesor del hielo, con más de 2 m de grosor dificulta enormemente el avance del barco, por lo que damos la vuelta y retrocedemos hacia el sur.

                             


A las 11:20h aparece en escena un nuevo oso polar, un ejemplar macho, que se acerca curioso al barco. Nos detenemos y se acerca a escasos metros del casco, incluso se pone erguido sobre sus patas traseras. Durante 40 minutos podemos observarle a placer, hasta que finalmente se aburre y se aleja, perdiéndose en el hielo y tras él dos ejemplares de gaviota marfil. A lo largo de la mañana vemos un total de 6 ejemplares de oso polar, dos de ellos a muy corta distancia al acercarse al barco.










Siguiendo hacia el sur después de comer, mientras continuamos atravesando la banquisa, tenemos buenas oportunidades de fotografiar a la gaviota marfil mientras siguen el barco. Primero 3 ejemplares y después hasta 5 individuos, observadas en vuelo y posadas en el hielo. 









En las siguientes fotografías se puede ver el rastro de un oso polar detrás de las aves.






Aparece en acción un págalo parásito que ataca a las gaviotas marfil.

                          



Las gaviotas tridáctilas tampoco se libran del ataque.





Mientras, los gaviones hiperbóreos permanecen ajenos al revuelo.





El rastro de oso polar en el hielo cada vez parece más reciente, nos acercamos a la proa y ahí está, un nuevo ejemplar junto al barco, dándonos un nuevo espectáculo. Son las 16:26 h y en esta ocasión se trata de una hembra.




 


Finalmente a las 16:26 h se aleja del barco, perdiéndose en el hielo.




Poco a poco la banquisa se va abriendo. Vemos un grupo de morsa Odobenus rosmarus en el hielo y cuando estábamos cenando nos avisan de la presencia de una familia de oso polar, una hembra acompañada de dos cachorros del año en un iceberg. Cruzan nadando hasta otra zona de hielo. Con esta familia son ya 16 los ejemplares de oso polar observados hasta esta jornada.




La última observación de este extraordinario día es de un ejemplar de foca barbuda Erignathus barbatus descansando en el hielo.