Un poco más arriba se encontraba este magnífico macho, también acompañado de su harén y que no perdía tiempo en expulsar del entorno a dos jóvenes machos que andaban merodeando.
Ladera arriba, ya en las cumbres, un grupo de rebecos cantábricos Rupicapra pyrenaica parva se alimenta no muy lejos de un grupo de ciervas. Los buitres leonados Gyps fulvus patrullan las cumbres y las collalbas grises Oenanthe oenanthe se dejan ver aún en paso migratorio.
Cae la noche, me despido de Manu y decido ir a Cabuérniga, para seguir escuchando a los ciervos. una parada en el puerto de Palombera, mirando hacia el Queriendo y de allí a la divisoria Cabuérniga-Tudanca, donde los ciervos berraban con intensidad. De camino una liebre europea Lepus europaeus se cruza en la pista.
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