15 de enero de 2011

Rastreando osos y lobos

Por unas causas u otras, hacía tiempo que no "pateaba" por el monte como a mí me gusta. Hoy por fin pude escaparme y dedicar la jornada a observar la variada fauna de nuestros montes y a rastrear la presencia de dos de las joyas de la cordillera Cantábrica, el Oso pardo y el Lobo ibérico.
Me acerqué hasta la comarca cántabra de Liébana, donde llegué cuando comenzaba a despuntar el alba. Aunque al mediodía el día sería totalmente primaveral, por la noche había helado, como lo atestiguaban los charcos helados y el suelo endurecido por el frío.

Comienzo a andar por el sendero, dentro del hayedo. Localizo un excremento de Lobo ibérico Canis lupus signatus compuesto por restos de Jabalí. A lo largo de la jornada vería un total de cuatro excrementos y el rastro de un ejemplar, el cual seguiría durante varios kilómetros.



Sigo avanzando, saliendo a un sector de pastizales y brezales, donde observo un macho de Ciervo rojo Cervus elaphus y otro macho de Corzo Capreolus capreolus.
Vuelvo a entrar en otra cabecera de hayedo, en donde detecto el rastro de un Oso pardo Ursus arctos que atraviesa el hayedo, saliendo a una braña contigua. En dicha braña le pierdo la pista, pero localizo en cambio el rastro de un Lobo ibérico, que a través de un cordal divisiorio, avanza durante varios kilómetros.





Durante este pasado otoño, al menos la mitad de la población cantábrica oriental de Oso pardo se ha movido por los montes de Cantabria, en busca de hayucos y bellotas. Incluidos también 3 hembras reproductoras con sus escañetos, con 1, 2 y 2 crías respectivamente. Aunque estamos en enero, la ausencia de nieve les permite seguir alimentándose sin problemas, por lo que muchos de estos Osos siguen en estos territorios.

Sigo caminando y observo más Ciervos y Corzos en brezales y hayedos y en unos prados a los pies del hayedo localizo un Zorro rojo Vulpes vulpes que finalmente se oculta en el bosque. Los Buitres leonados Gyps fulvus y Cuervos Corvus corax patrullan la zona en busca de comida.

Tras comer y reposar un poco en la solana, bajo una cajiga, comienzo a deshacer el camino andado. Localizo una pareja de Águila real Aquila chrysaetos realizando vuelo de exhibición sobre su territorio, típico de estas fechas en las parejas reproductoras. Ambos miembros de la pareja cierran las alas y caen en picado, para de seguido retomar el vuelo y elevarse nuevamente. Así estuvieron durante varios minutos brindando un bonito espectáculo. A un rato la hembra se posó en un roquedo, mientras el macho seguía con la exhibición. Finalmente se alejaron volando hacia otro sector.

En la zona donde detecté a la ida el rastro del Oso pardo, ahora hay un Picamaderos negro Dryocopus martius moviéndose por el interior del hayedo, mientras emite sus típicos reclamos. Más adelante, una pareja de Agateador norteño Certhia familiaris se alimenta en el tronco y ramas de un haya. Salgo del bosque y veo 2 Zorzales reales Turdus pilaris en un brezal. Durante el día había visto un par de grupos de Zorzal alirrojo Turdus iliacus en sendos sectores de hayedo.
En unas peñas que asoman entre las hayas, un Rebeco cantábrico Rupicapra pyrenaica parva vigila su entorno. Más adelante, ya cayendo la tarde, un grupo de Pinzones vulgares Fringilla coelebs se mueve por las copas de las hayas buscando seguramente un lugar seguro donde pernoctar. Entre ellos detecto varios Pinzones reales Fringilla montifringilla.

Y así llegó hasta el coche, cansado pero satisfecho con la jornada vivida, con la adrenalina a tope tras haber transitado por un bosque por donde se encuentra el Oso pardo y el Lobo ibérico.

2 comentarios:

  1. enhorabuena vistes mas rastros y animales en un dia q yo en 10 años,,,se puede saber la zona en concreto???,gracias y de nuevo enhorabuena

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  2. Si te encuentras con un lobo que haces? Corres peligro?

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