5 de mayo de 2019

India; 4ª parte Tadoba

El día 6 de Diciembre volamos de madrugada desde Delhi a Nagpur, en el estado de Maharashtra, en el centro de la India. Desde aquí nos desplazamos en un coche del lodge donde nos íbamos a instalar y que nos vino a recoger para trasladarnos hasta nuestro alojamiento, a las puertas del Parque Nacional de Tadoba. 

El Parque Nacional de Tadoba es el más antiguo y el más grande de la India, siendo una de las 43 reservas del Proyecto Tigre. Fue declarado como tal en el año 1955 y la superficie actual del mismo es de 625 Km cuadrados. Su nombre proviene de un dios reverenciado por poblaciones locales "Tadoba" o "Taru", un jefe de una tribu local que fue matado por un tigre. A orillas del lago Tadoba existe un santuario al dios Taru bajo un árbol.




Tras instalarnos a media mañana en el lodge, después de comer partimos para realizar nuestro primer safari en el Parque, del total de 4 que realizamos aquí. En los dos primeros recorrimos un sector del Parque menos frecuentado, prácticamente sin turistas, mientras que en los dos últimos safaris estuvimos en el sector más concurrido, ciertamente concurrido.

Aún dentro del recinto del lodge, ya cuando nos disponíamos a partir de safari, localizamos este ejemplar de gavilán chikra.

Gavilán chikra Accipiter badius




Esa tarde del día 6 estuvimos recorriendo el bosque de teca Tectona grandis en busca de los secretos que esconde, siguiendo los rastros de los felinos y osos bezudos en el camino. 




Localizamos rápidamente algunos animales como un espectacular macho de nilgai o langures comunes.

Nilgai Boselaphus tragocamelus




Abejaruco esmeralda oriental Merops orientalis




Langur común Semnopithecus entellus





Las huellas de un tigre avanzan por caminos y finalmente conseguimos verlo unos segundos, adentrándose en la espesura de la jungla. Una hembra de leopardo y sus dos cachorros han dejado un reciente y bien marcado rastro en el camino, lo seguimos desde nuestro vehículo aunque finalmente el rastro sale fuera del camino y desaparece. Tenemos más suerte con este grupo de gaur, formado por hembras y crías, que cruzan el camino delante nuestro.

Gaur Bos gaurus







También un macho de ciervo sambar se deja fotografiar junto al camino.

Ciervo sambar Rusa unicolor




Tronco de árbol arañado por un tigre para su marcaje territorial. 




Antes de salir del Parque localizamos un ejemplar de oso bezudo Melursus ursinus alimentándose en la espesura de la vegetación, cerca del camino. Así terminamos este safari vespertino, como primera toma de contacto con el Parque Nacional de Tadoba.

El día 7 de Diciembre salimos aún de noche del lodge, para dirigirnos nuevamente al sector del Parque que visitamos ayer. 

Gallo gris Gallus sonneratii hembra y pollo.





El vehículo se detiene, huellas de oso bezudo avanzan por el camino. Unas decenas de metros más adelante, allí están dos sombras negras, son dos ejemplares de oso bezudo. Tal vez dos hermanos recién emancipados, o una hembra y su cría ya crecida, ya que no es el período de celo para la especie. 

Oso bezudo Melursus ursinus





A continuación un vídeo de los ejemplares alimentándose en el interior del bosque.





Para finalizar el safari de la mañana, localizamos esta hembra y su cría de antílope de cuatro cuernos Tetracerus qudricornis.

Antílope de cuatro cuernos Tetracerus qudricornis hembra y cría.




Después de comer partimos a un nuevo safari, en esta ocasión al sector más visitado del Parque. En una balsa de agua, en un sector de vegetación herbácea, antes de adentrarnos en la jungla, podemos observar algunas aves acuáticas y varios ejemplares de nilgai.

Avefría india Vanellus indicus




Garcilla india Ardeola grayii




Nilgai Boselaphus tragocamelus hembra, crías y macho.






Nos adentramos con el vehículo en un sendero hasta asomar a una charca en mitad de la jungla, en busca del búho pescador de Ceilán, cuya querencia por el lugar conoce nuestro guía del Parque de esa tarde. Efectivamente allí aparece, posado en el suelo, mirando hacia un lado y a otro y subido en un árbol. Esta especie hizo la delicia de todo el grupo, pero especialmente de Toño, que tenía en ella uno de sus objetivos del viaje.

Búho pescador de Ceilán Ketupa zeylonensis






Pero para mi el momento de la tarde y uno de los más intensos del viaje a la India, fue el localizar una pareja de perro salvaje indio o cuón, bebiendo en una charca, alimentándose de un ciervo moteado y marcando su territorio. Una especie muy interesante y difícil de ver.

Perro salvaje indio o cuón Cuon alpinus









Una abultada barriga se perfilaba en su figura, tras alimentarse del ciervo moteado, cuyos restos escondían en el interior del bosque.





Antes de alejarse del lugar, ambos miembros de la pareja marcan su territorio en el camino.





A continuación un vídeo de la pareja de perros salvajes, alimentándose de un ciervo moteado.




De regreso al lodge, ya de noche, vemos en el camino una civeta común de la palma Paradoxurus hermaphroditus.

El día 8 por la mañana realizamos nuestro último safari en Tadoba y en la India. Regresamos al mismo sector de ayer por la tarde, en busca de una familia de tigres (hembra y sus dos cachorros), que tienen por costumbre salir de vez en cuando a un tramo de camino, aunque ayer no tuvimos suerte.

En la balsa de agua de ayer vemos en esta ocasión un grupo de gaur, hembras con sus crías que han acudido a primera hora a beber.

Gaur Bos gaurus





Ya en el interior de la jungla localizamos otro grupo, con estos simpáticos recentales.





En el interior del bosque de bambú resuenan lo rugidos de la tigresa, probablemente recriminando la actitud de alguno de sus cachorros...Y por fin, uno de ellos ha salido de la espesura al camino, donde le vemos avanzar por él antes de introducirse de nuevo en la jungla.






Según el censo del año 2010, en el Parque Nacional de Tadoba había una población de tigre de 43 ejemplares, siendo una de las más elevadas de toda la India. Actualmente el número de tigres es ligeramente superior.

Después de este intenso momento, continuamos recorriendo el Parque. Una hembra de muntjac indio Muntiacus muntjak cruza el camino de un lado a otro del bosque.

Muntjac indio Muntiacus muntjak




Ciervo sambar Rusa unicolor hembra




Culebrera chiila Spilornis cheela




Y así finalizamos nuestra visita a Tadoba y ya prácticamente a la India. Preparamos nuestro equipaje y nos trasladamos hasta el aeropuerto de Nagpur, para coger aquí un vuelo interno hasta Delhi y desde allí regresar a España con escala previa en París. Atrás dejamos una experiencia intensa, agotadora pero llena de imágenes en la retina y en las cámaras, con momentos muy especiales en cuanto a la observación de fauna, con paisajes para el recuerdo y con muy buen rollo en cuanto al grupo, todo ello en un país de grandes contrastes como es India.

11 de marzo de 2019

India; 3ª parte Ranthambore

El día 3 de Diciembre llegamos a la hora de cenar a nuestro lodge en las proximidades del Parque Nacional de Ranthambore, tras varias horas de viaje desde Keoladeo. En él pasamos las dos siguientes noches, para realizar un total de tres safaris dentro del Parque.

El Parque Nacional de Ranthambore es uno de los más extensos de la India, con una superficie de 392 Km cuadrados y se localiza en la región norte del país, en el estado de Rajastán. Su nombre proviene de una antigua e imponente fortaleza que se localiza en su interior. Tras haber sido santuario de caza desde 1955, en 1973 pasó a incorporarse al Proyecto Tigre, creándose el Parque Nacional en el año 1980. Ranthambore es un lugar fundamental en la conservación del gran felino y uno de los mejores lugares de la India para poder observar a la especie. 




En la actualidad se estima una población mundial de unos 4.000 tigres, estando más de la mitad de ellos en la India, en concreto 2.226 ejemplares según el censo de 2015. En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en su conservación, especialmente en lo referente a la lucha contra la caza furtiva, destinada a abastecer el mercado negro de la medicina tradicional china y que es su principal amenaza junto con la destrucción del hábitat. Por su parte en Ranthambore viven en la actualidad unos 60 ejemplares, llegando hoy en día a su capacidad máxima de carga para la especie, es decir, no caben más tigres en él. No siempre ha sido así y a comienzos de la pasada década no había más de 20 tigres en el Parque, probablemente su mínimo histórico. Afortunadamente esa tendencia se ha conseguido revertir y hoy en día incluso se traslocan ejemplares que salen de los límites del espacio protegido y son capturados para su reintroducción en otros Parques, como Panna o Sariska. 

El día 4 a primera hora de la mañana salimos en nuestro pequeño todoterreno hacia el interior del Parque, visitando el sector 1 tras pasar el punto de control de acceso. 




Los safaris en la India son bastante diferentes a lo que nos podemos encontrar en el Este de África, en países como Tanzania o Kenia. Aquí tienen una duración menor, siempre en las primeras horas del día y últimas de la tarde. Por otra parte la riqueza faunística de la sabana africana no tiene parangón, además de que en los Parques de la India el medio es más cerrado, con mayor vegetación. Aquí el rastreo es fundamental mientras se recorre las pistas. El guía va atento a las huellas en el camino, además de ir con el oído afinado y pendiente del "warning call", escuchando los sonidos de la jungla y las voces de alarma de los cérvidos y langures, que delatan con sus llamadas la presencia de los grandes felinos. Los guías incluso pueden diferenciar en función de la llamada quien es el depredador que avanza por la espesura, si un tigre o un leopardo por ejemplo.

No tardaron en aparecer los primeros grandes mamíferos, como ciervo sambar Rusa unicolor o el nilgai Boselaphus tragocamelus, un gran herbívoro de la familia de los bóvidos.


Macho de ciervo sambar rascándose contra un árbol.



 Hembras de nilgai.



En una lámina de agua, una cigüeña negra Ciconia nigra buscaba alimento de manera muy activa.




Y así transcurría nuestro primer safari en Ranthambore, atentos a los movimientos y llamadas de los ciervos y langures. Nuestro guía, que resultó ser de lo mejor que he visto y que nos acompañó en los tres safaris en este Parque, iba escuchando los sonidos de la jungla. De pronto, "warning call" y el vehículo sale disparado por la pista polvorienta en otra dirección. Llegamos hasta el cauce seco de un río, donde ya no podemos continuar y un enorme leopardo Panthera pardus cruza rápidamente para ocultarse ladera arriba en la vegetación. 

Leopardo Panthera pardus



Fue un momento mágico, lo primero por como nuestro guía detectó su presencia gracias a las llamadas de alarma de sus posibles presas, después por como supo la dirección en la que iba avanzando y finalmente por tener la oportunidad de ver a este espectacular felino en su medio natural. En los lugares donde convive con el tigre, el leopardo se muestra mucho más discreto y esquivo.

Continuamos con nuestro recorrido, observando en un claro a un grupo de ejemplares de ciervo moteado o chital Axis axis, con un curioso comportamiento ingiriendo tierra en busca de sales minerales que complementen su dieta, en un agujero excavado probablemente por un oso bezudo.

Ciervo moteado Axis axis





Regresando por la pista en cuyas cercanías vimos al leopardo, encontramos el rastro del individuo avanzando unos metros por el camino. Huellas que dejó después de nuestra observación, ya que esa zona la habíamos revisado con anterioridad y no estaban.

Huella de leopardo



Huella de tigre, mucho más grande y de aspecto más redondeado.



También pudimos observar y fotografiar algunas aves en el recorrido.

Cuervo de jungla indio Corvus culminatus



Turdoide matorralero Turdoides striata



Autillo indio Otus bakkamoena



A los langures les gusta realizar su actividad en el suelo, aunque a la menor señal de peligro trepan con agilidad a los árboles. Suelen ir asociados a los grupos de ciervo moteado.

Langur común Semnopithecus entellus




Ciervo sambar hembra



Abandonando el Parque pudimos observar y fotografiar varios ejemplares de cocodrilo de marismas Crocodylus palustris






Tras descansar un poco en el lodge, donde podíamos seguir observando aves en su jardín, después de comer nos ponemos de nuevo en marcha para realizar un nuevo safari, esta vez en el sector 2. 




Este segundo safari tuvo lugar en una zona más forestal, con menos claros. Al poco de comenzar nos encontramos con este macho de nilgai.





Y por fin llegó el esperado momento, el encuentro con el tigre de Bengala Panthera tigris. Un ejemplar descansa y se acicala en el interior de la jungla, en las proximidades de un río. Se trata de "Sultana", una hembra de tres años que ha debido de abandonar la compañía de su madre hace pocos meses, aunque aún permanecerá por un tiempo en las proximidades de su territorio. En Ranthambore tienen individualizados a cada uno de los ejemplares, con su nombre y un código. Sultana es el número T97 y es hija de la tigresa Noor, una de las veteranas del Parque.








A continuación un vídeo de "Sultana".




Mientras observábamos a la tigresa desde el camino en el vehículo, un hombre apareció caminando, pasando a corta distancia del felino, que lo miró con total indiferencia. Seguramente debía de tratarse de un operario del Parque de los que mantienen los caminos, pero fue bastante sorprendente verlo avanzar por el interior de la jungla, pasando a unas pocas decenas de metros de la tigresa.

Después de un buen rato de observación, la tigresa se cambió de ubicación, volviendo a echarse a descansar más alejada de nuestra posición, por lo que decidimos proseguir con el recorrido. No tardamos en localizar otros animales, como jabalí indio o ciervo sambar.

Jabalí indio Sus scrofa cristatus



Ciervo sambar Rusa unicolor



Con las últimas luces y ya de regreso a la salida del Parque, nos encontramos con un oso bezudo Melursus ursinos, que buscaba comida constantemente por el suelo del bosque, sin prácticamente levantar la cabeza.




Así terminaba nuestro primer día en Ranthambore, con la observación de tigre, leopardo y oso bezudo. Nuestro guía nos decía que éramos afortunados.

Al día siguiente volvimos a madrugar para realizar un nuevo safari, el último en Ranthambore. Antes de la salida del Sol el frío era patente y más en los vehículos descapotables, aunque a media mañana la temperatura era más suave. Nuevamente visitamos el sector 1. 

Dos machos de pavo real común Pavus cristatus beben agua en una charca en el bosque.





Durante la mañana seguimos los pasos de un tigre y aunque llegamos a estar muy cerca, no hubo suerte y no conseguimos poder verlo. No obstante, mientras intentábamos su observación tuvimos la sorpresa de localizar un gato de jungla Felis chaus en la vegetación herbácea junto al río.

Gato de jungla Felis chaus




En una zona de agua remansada localizamos varios ejemplares de cocodrilo de marismas Crocodylus palustris tomando el Sol.




Los ciervos sambar por su parte, acuden a beber a una charca dentro del bosque.




Y en la despedida de Ranthambore, de regreso ya por última vez a la salida del Parque, nos encontramos en la pista con esta mangosta roja Herpestes smithii, como broche final a la maravillosa experiencia que ha sido conocer este Parque Nacional.

Mangosta roja Herpestes smithii






En la próxima entrada hablaremos del Parque Nacional de Tadoba.