El pasado 30 de marzo pasadas las 17 h, nos disponíamos ya poco a poco a abandonar la caldera del Ngorongoro, con la retina llena de observaciones después de una maravillosa jornada en este increíble lugar (ver entrada anterior). Pero Ngorongoro nos quería despedir a lo grande y junto al camino por el que avanzábamos, nos encontramos con este grupo familiar de leones.
Machos jóvenes y varias hembras retomaban su actividad, después de haber pasado el día descansando junto a una charca.
Un joven macho se despereza, estirando sus poderosos músculos, preparándose para la actividad de las próximas horas.
Observa su entorno como echando la mirada al futuro, ansiando ese territorio propio que defender.
Pero no es aún su momento. A lo lejos un gran macho adulto, uno de los ejemplares dominantes de la manada, camina hacia nuestra posición con un andar imponente.
Acude a beber, probablemente sediento a causa de una reciente comida.
Tras saciar su sed se aleja unos metros y se acuesta a descansar.
A continuación un vídeo de este impresionante ejemplar.
Así ponemos punto y final a nuestra visita a la caldera de Ngorongoro, un lugar mágico y de visita obligada si se viaja a Tanzania.
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