17 de octubre de 2011

Otoño en Liébana


Este pasado fin de semana estuve con mi padre, Alejandro García Cos, por tierras de Liébana. Subimos el viernes por la tarde y bajamos el domingo al mediodía. Aunque hay una importante sequía, el paisaje forestal se está poniendo ya espectacular, especialmente los abedulares y arandaneras.

Ascendemos ladera arriba, hacia el refugio donde vamos a pernoctar. En el borde de un claro en el hayedo, nos topamos con la huella del oso pardo Ursus arctos por el tamaño un ejemplar subadulto o hembra, en un lugar de paso habitual para la especie en esta época del año.


Ciervos Cervus elaphus y rebecos Rupicapra pyrenaica parva se activan con el ocaso del día. Queda una noche rasa, muy estrellada y con mucha luz por una soberbia Luna. El ulular del cárabo común Strix aluco ladera abajo rompe el silencio de la noche.





Amanece un día despejado en las cumbres. Ciervos, rebecos y corzos Capreolus capreolus vuelven a ser protagonistas. Los gorriones alpinos Montifringilla nivalis ya se van agrupando y desplazando por las cumbres, donde observamos un bando de una veintena de aves primero en vuelo y luego posados en una cumbre a 1.900 m.s.n.m.



Un joven águila real Aquila chrysaetos pasa volando por encima de la cabaña, perseguido por dos cuervos Corvus corax.


Por la tarde toca ascensión a la cumbre del Coriscau (2.234 m) después de haber reposado un poco la comida. Allí arriba únicamente aparecen aves como el colirrojo tizón, alondra común, buitre leonado, chova piquigualda y collalba gris. De esta última especie un ejemplar junto a la cumbre, seguramente en paso procedente de las regiones árticas. En cuanto a los mamíferos, tres jóvenes machos de rebeco se muestran confiados. Además, las galerías delatan la presencia del neverón o topillo nival y un excremento de Martes sp. (me inclino por garduña) a casi 2.000 m.s.n.m.





Cae de nuevo la noche y nos recogemos en el refugio a descansar y reponer fuerzas.


Amanece otro día soleado, aunque algo más frío. Los ciervos están un poco más activos, berrando más que el día anterior, en lo que son ya los últimos ecos de la berrea. Vemos varios machos acompañados de entre 3 y 5 hembras.




Desde media mañana están muy activos los túrdidos. Vemos frecuentes mirlos capiblancos Turdus torquatus ahora en paso migratorio desde el Norte de Europa. Localizamos ejemplares solitarios y pequeños grupos alimentándose en matorrales supraforestales, entre los 1.500 y 1.700 m.s.n.m. A veces asociados a zorzales charlos (los más frecuentes), zorzales comunes y los primeros zorzales alirrojos de la temporada, alimentándose todos ellos de los frutos del mostajo Sorbus aria.


También hay movimiento de otras aves como bisbitas comunes, palomas torcaces, pinzones vulgares o un grupo de 5 lúganos.


Y con tanta ave, hacen acto de presencia las rapaces ornitófagas, así primero un halcón peregrino Falco peregrinus y luego un macho de gavilán común Accipiter nisus intentan capturar sin éxito algún zorzal.


Y más arriba, sobrevolando las cumbres, una pareja de águila real que pone el broche a la jornada, donde tampoco falta la herpetofauna con especies como rana bermeja, sapo partero común y lagartija serrana.


En definitiva, un maravilloso fin de semana en una comarca espectacular y en buena compañía.

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