El pasado 30 de octubre la Cordillera Cantábrica mostraba aún su apogeo otoñal, con diversas tonalidades que hacen de esta época la más atractiva para recorrer bosques y matorrales. Así abedules y arándanos tiñen de dorado y rojo respectivamente las montañas. Hoy estas mismas cumbres lucen ya con su librea invernal, cubiertas de blanco con la primera nevada de la temporada.
Afortunados somos los que podemos salir al monte, apreciar y disfrutar estos cambios que sufre la naturaleza.
ResponderEliminarResumen de ello, estas bonitas imágenes tuyas, Alejandro.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'