Continuamos con el reciente viaje por tierras del sector sur del Sistema Ibérico. El jueves 30 de junio pasamos desde Albarracín (Teruel) a la provincia de Cuenca, para visitar la Serranía de Cuenca y la popular Ciudad Encantada. Antes, aún en la provincia de Teruel, visitamos el nacimiento del río Tajo, donde un total de 4 ejemplares de alimoche común Neophron percnopterus sobrevolaban el lugar, que se suman a las otras dos aves (adulto y subadulto) que habíamos visto de camino pasado ya Frías de Albarracín.
Nacimiento del río Tajo en la confluencia de las provincias de Teruel y Cuenca.
Numerosos ejemplares de rana común Pelophylax perezi habitaban en el lugar.
Hay que destacar el alto grado de naturalidad y valor paisajístico de la Serranía de Cuenca, con extensos bosques de coníferas, principalmente pino negral o salgareño Pinus nigra y también algo de pino silvestre Pinus sylvestris y espectaculares cortados calizos.
Tras visitar el pueblo de Tragacete nos vamos al nacimiento del río Júcar. En el camino de acceso nos cruza delante del vehículo una víbora hocicuda Vipera latastei.
De allí después de comer nos trasladamos a visitar la Ciudad Encantada, un lugar donde las rocas forman figuras de todo tipo, producto de la erosión. De camino vemos una hembra de ciervo rojo Cervus elaphus junto a la carretera.
A lo largo del recorrido fueron muy abundantes los ejemplares de lagartija ibérica Podarcis hispanica.
De regreso a Albarracín hacemos una parada en la laguna de Uña, donde sobrevolaban varios ejemplares de vencejo real Tachymarptis melba.
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