La magia del colimbo

Aunque todas las especies tienen su propio encanto, hay algunas que tienen algo especial que les hace destacar, o al menos así me pasa personalmente. Escuchar y ver llegar un picamaderos negro a tu posición dentro de un hayedo o ver un lobo avanzando por un cordal montañoso tiene algo mágico. En la marisma hay una especie que me llama la atención por encima de todas, el colimbo grande Gavia immer.

El colimbo grande es el más frecuente de las tres especies que se ven con regularidad en el Cantábrico, a pesar de ser el que viene de más lejos, con sus áreas de cría más próximas en Islandia y Groenlandia. El Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es el lugar de invernada más importante para la especie en la Península Ibérica. Este año hemos llegado a ver un máximo de 11 ejemplares dentro del estuario, una cifra normal para la localidad. Por la bahía de Santander, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales también se ha dejado ver alguno este invierno.

Ayer estuve disfrutando con un grupo de 3 aves que se alimentaban y acicalaban conjuntamente en un sector de la marisma. Uno de ellos emitió por tres ocasiones su característico reclamo, a modo de aullido, que por un momento me transportó a las lejanas tierras de Islandia, donde la especie cría en espectaculares paisajes. La luz era pésima, pero aquí os dejo unas fotos (pinchar sobre la imagen para ver mejor).

Hábitat del colimbo grande en Islandia.

Para finalizar un pequeño vídeo con las inmersiones en busca de crustáceos.