Hoy me acerqué a la vertiente sur de la cordillera Cantábrica, a la Montaña Palentina, donde las previsiones climatológicas eran más favorables que en la vertiente norte. Ha enfriado bastante y para esta noche dan las primeras nieves en las cumbres, a partir de 1.700 m de altitud.
Aún de noche, se me cruzaron en la carretera varias Ciervas Cervus elaphus. Con las primeras luces, un macho de la especie se me cruza en el sendero y en una braña cercana, otro macho de mayor tamaño acompañado de su harén.
Me cambio de ubicación, acercándome hasta la zona de Camasobres, donde localizo el cadáver decapitado de dos Ciervos en una vega, seguramente de los que se matan ahora en esta época como trofeos, cortando la cabeza y dejando abandonados los cuerpos. Unos 40 Buitres leonados Gyps fulvus daban buena cuenta de ellos, formando una gran algarabía. En otro sector cercano había otro cadáver de Ciervo, ya consumido por los Buitres, que permanecían posados en unas peñas próximas.
Me introduzco en una ladera cubierta de robledal de Quercus petraea, antes veo un Zorro rojo Vulpes vulpes en el borde del bosque. Dentro de este, una Ardilla roja Sciurus vulgaris busca comida en el suelo, trepando a continuación a un árbol, mientras un Corzo Capreolus capreolus ladra mi presencia desde la espesura. En el borde superior del bosque otro Zorro rojo que se esconde entre unos brezos. En unas peñas calizas encima del bosque aparecen 3 Rebecos cantábricos Rupicapra pyrenaica parva que se encaraman en unas rocas, observando mi presencia.
Entro de nuevo en el bosque, descendiendo por una ladera cubierta de hayedo, donde localizo los típicos paseriformes forestales como Trepador azul, Herrerillo capuchino, Carbonero garrapinos o Pinzón vulgar. Un poco más abajo una pareja de Agateador norteño alimentándose y varios Carboneros palustres en un sector con sauces.
En cuanto a las aves rapaces, además de los Buitres leonados y de los omnipresentes Busardos ratoneros, localicé otras especies como Milano real, Gavilán común, Halcón peregrino y Aguilucho pálido.
Por la tarde el tiempo empeoró, empezando a llover, por lo que decidí dar por concluida la jornada de campo.
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